El presente año académico acaba de comenzar, trabajando de una manera que nadie hubiera imaginado meses antes, parece un año académico desafiante para el personal docente y administrativo. A pesar de que muchas escuelas ya han comenzado gradualmente a reiniciar las instituciones y suavizar las limitaciones de bloqueo, todavía existe una gran incertidumbre sobre lo que depara el futuro de la educación este otoño.

Una nueva guía publicada en New America (2020), propuso 4 escenarios de cómo será la escuela el próximo año académico, teniendo en cuenta las circustancias del coronavirus y los consejos de los profesionales de la salud para la reapertura.

Los autores de la nueva guía dicen que no hay razón para creer que el año académico será como lo conocíamos antes. En realidad, los autores y el equipo de Tecnología y Aprendizaje de New America apenas consideraron en sus predicciones el regreso de ninguno de los modelos educativos del pasado.

Uno de los indicadores por los que podemos deducir que esto es así, es que en la guía de orientación elaborada por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, recomiendan a las escuelas que se abstengan de reabrir hasta que tengan suficientes recursos para proteger con garantías a los estudiantes y al personal de los centros educativos de la exposición de síntomas que algún individuo pudiera padecer.

Los 4 escenarios descritos en la guía New America se proyectan sobre la idea de que, en un grado mayor o menor, el aprendizaje en línea se implementará en los planes de todas las escuelas para el próximo año.

Lo ocurrido durante los últimos meses, en opinión de los autores, es una “crisis de aprendizaje en línea”, derivada de las restricciones de movimiento y las órdenes de cuarentena desde marzo. En palabras del autor, "el alcance de la escala de la crisis del aprendizaje en línea se ha dado desde la distribución desordenada de material online, pasando por planes aleatorios de clases online a llamadas de registro".

La guía sugiere que los maestros deben aprovechar sus vacaciones para relajarse y tomar un respiro profundo, y reconsiderar cómo deben lidiar con el aprendizaje en línea las siguientes semanas. Los administradores deben prestar mucha atención e invertir en su personal, asegurándose de que todos comprendan la situación y creen un plan fluido para cambiar de la enseñanza presencial a la educación a distancia en caso de propagación del coronavirus durante el año académico. Las vacaciones también son una oportunidad para que los maestros mejoren la calidad de su instrucción a distancia.

Los siguientes párrafos son resúmenes de los 4 escenarios educativos descritos por los autores. Según ellos, “no existe una solución perfecta. Depende totalmente del contexto de cada distrito ”.

1. Del aprendizaje en línea al aprendizaje presencial

Em este escenario, el mundo académico continuará con el aprendizaje a distancia en los primeros meses, controlando los puntos de referencia de salud y manteniendo conversaciones con los trabajadores de salud locales y el gobierno para decidir cuándo es el mejor momento para volver al aprendizaje presencial.

Antes de que comience el año académico, los educadores tendrán una formación específica en aprendizaje en línea. Las materias escolares se impartirán online durante todo el curso académico. Cualquier posibilidad de reapertura dará prioridad al asesoramiento y la construcción de relaciones.

2. Del aprendizaje presencial al aprendizaje en línea

El mundo académico comenzará el año escolar con clases presenciales “normales”, pero tendrá un protocolo para una nueva posible ola de casos de coronavirus que origina que la comunidad académica cambie poco a poco al aprendizaje en línea.

Antes de que comience el año académico, los educadores tendrán una formación específica en educación a distancia y estarán preparados para la transición de su enseñanza presencial a las instrucciones en línea. La posibilidad de un nuevo brote es alta, por lo que el personal deberá actuar con rapidez.

3. Aprendizaje a distancia

El mundo académico dará todas las direcciones, apoyo y servicios de programación de forma remota para poder velar por la salud y seguridad de profesores y alumnos.

Antes de que comience el año académico, los educadores necesitarán un mínimo de 80 horas adicionales de desarrollo profesional para estar listos para un año completo de aprendizaje a distancia. Las bases tecnológicas deben asegurarse y escalar, y las tecnologías utilizadas para la comunicación deben usarse para el máximo provecho de los estudiantes de secundaria, porque en los estudiantes más jóvenes debe estar presente un padre, lo que puede generar dificultades para los adultos que trabajan.

4. Aprendizaje combinado o blended learning

El mundo académico proporcionará un hábitat de aprendizaje híbrido, donde tanto la instrucción en persona como las clases a distancia se ofrecen en un horario acorde y fluido durante todo el año.

Antes de que comience el año académico, los educadores tendrán una formación específica en blended learning. Cada escuela elegirá una de las diversas versiones de aprendizaje combinado. Una de las opciones sería ofrecer clases presenciales un día a la semana y aprendizaje a distancia el resto de los días.

Los estudiantes que necesitan más supervisión y ayuda, probablemente necesiten participar en clases presenciales con más frecuencia que otros estudiantes. En este caso, pedirle a la escuela que use el aprendizaje presencial y en línea al mismo tiempo, prepararía a la comunidad para enfrentar un brote de coronavirus, porque podría cambiar rápidamente al aprendizaje a distancia a tiempo completo.

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