En los últimos meses todo el mundo se ha dado cuenta del reto que plantea la educación a distancia. No cabe duda de que la razón principal es el factor por el que los educadores han tenido muy poco tiempo para cambiar todo su programa educativo en línea, y casi ninguno estaba preparado para implementar lo que ha sido fundamentalmente enseñanza a distancia de emergencia.

La enseñanza en línea también ha mostrado métodos que han resultado ser problemáticos, que ni siquiera fueron llevados a la práctica. Y hacer un esfuerzo por rediseñarlos en un entorno en línea no ayudó en absoluto. En la medida que numerosas escuelas y universidades retoman la enseñanza online, es habitual ver cómo se cometen estos 3.

1. Combinar las tareas para casa con el aprendizaje

Hacer preguntas y realizar hojas de trabajo no es aprender. Después de probar el aprendizaje en línea por primera vez durante los últimos meses, muchos padres destacaron que el aprendizaje a distancia con demasiada frecuencia significaba completar ingentes cantidades de tareas y hojas de cálculo.

Algunos estudiantes tienden a terminar sus tareas rápidamente, por lo que después no tienen más quehaceres durante días. Para otros estudiantes, sin embargo, la tarea podría resultar muy complicada, lo que les obliga a pedir ayuda a sus padres. Esto presenta desafíos para los adultos que trabajan a tiempo completo y que no están seguros de cómo ayudar efectivamente o poner en escena el aprendizaje de una manera adecuada para sus hijos.

Tendemos a comparar la realización de tareas con el aprendizaje. Creemos erróneamente que añadir más tareas no puede ser nunca un error de enseñanza, porque tenemos miedo de lo que pueda ocurrir si los estudiantes no producen continuamente. Paradójicamente, las mejores experiencias de aprendizaje son consecuencia del diálogo entre pares y la contemplación interior de uno mismo que resuelve la discordancia cognitiva.

2. Tiempo excesivo de pantalla pasiva

El enfoque de la integración de la tecnología no puede limitarse a crear una lista de aplicaciones para descargar. La forma más eficiente de utilizar la tecnología en la educación o en cualquier otro campo, es mediante un proceso centrado en el ser humano y basado en las necesidades. El primer paso es concentrarse en "¿qué estoy tratando de lograr?", precediendo a la pregunta "¿qué herramientas tecnológicas debo implementar para lograr mis objetivos?"

El aprendizaje en línea no trata solo de tener a los estudiantes ocupados o llenar su cerebro con contenido educativo en un entorno virtual. El objetivo siempre debe ser apoyar el debate productivo, la resolución de problemas y fomentar el pensamiento crítico. Desafortunadamente, a veces, la enseñanza y el aprendizaje en línea adoptan un enfoque centrado en la aplicación, donde los estudiantes pasan la mayor parte de su tiempo de aprendizaje viendo videos educativos y tomando exámenes de opción múltiple en lugar de debatir ideas, opiniones y teorías con sus compañeros de clase y educadores. Los estudiantes terminan engullendo contenido y repitiéndolo. Es decir, no se incide en la oportunidad tecnopedagógica que se presenta para aprovechar los avances de la tecnología, para construir y mantener la sensación de comunidad y afinidad que todos extrañamos estos días.

Cuando los estudiantes participan en un tiempo de pantalla activo, no solo ven videos y toman exámenes de opción múltiple de una manera abobada, sino que aprovechan las herramientas de conferencias en línea como Google Meet o Zoom para participar en presentaciones y proyectos interactivos. A su vez, pueden estar usando una aplicación interactiva como Google Maps para realizar una excursión virtual. Esta es una manera perfecta de utilizar la humanidad y la cooperación de los estudiantes, dándoles el tiempo social que realmente necesitan.

3. Tiempo insuficiente para la comunicación y el debate

El aprendizaje se basa en un proceso social, y por eso, necesitamos brindar abundantes oportunidades para que los estudiantes cooperen con sus compañeros y hablen con sus educadores sobre lo que están aprendiendo.

Una forma de lograr ese objetivo es implementando el modelo de taller. En este modelo, las clases comienzan con lecciones breves, donde el educador presenta una tarea basada en problemas.

Después de la conferencia, los estudiantes en grupos o individualmente trabajan con el educador en el intento de practicar el trabajo o habilidad a través de la tarea planteada. Mientras tanto, los maestros o profesores brindan apoyo personalizado y comentarios a los estudiantes. La tarea termina con cada alumno comunicando qué tan efectivo fue, qué se podría cambiar para mejorarlo y qué hemos aprendido en el proceso.

El potencial de la técnica de taller depende de las oportunidades que ofrece a los estudiantes para debatir, comunicarse y vincularse con sus compañeros, sin tener en cuenta el nivel de habilidad.

Por ejemplo, en una clase de química, los estudiantes pueden dedicar tiempo a resolver una tarea basada en problemas, compartiendo con sus compañeros de clase diferentes enfoques que cada uno experimentó, desarrollándola como una posible respuesta. En una tarea de lectura, los estudiantes pueden leer con sus compañeros de clase o individualmente, implementando la estrategia o habilidad de la lección anterior; mientras tanto, el educador puede ir y manejar una evaluación formativa anecdótica sobre su avance, dando un pequeño feedback. Para la escritura, los estudiantes aplican lo que estudiaron a escritos basados en intereses, mientras comparten sus trabajos con sus compañeros de clase y reciben comentarios relevantes.

Todas estas actividades también pueden ocurrir durante la enseñanza en línea. Al aprovechar Google Meet, Hangout o cualquier otra aplicación de video para dividir el aula en grupos, los educadores pueden ofrecer a los estudiantes la misma combinación de trabajo personalizado y tiempo en grupo aunque se haga de manera virtual. Esto mantiene una sensación de comunidad y una sensación de propósito a la que los alumnos responderán de manera positiva.