En este artículo damos una breve mirada a la teoría del aprendizaje social de Bandura y también recogemos los cinco pasos principales que conforman el proceso de aprendizaje.

¿Cuántas veces has visto a alguien realizar una determinada tarea y, después de haberlo observado durante un tiempo, has intentado replicar la misma? Digamos que ves a la gente jugar un juego y prestas atención a cómo juegan y luego, con la información que recopilas, comienzas a jugar también. Este comportamiento de imitación es lo que Bandura cree que resulta en aprendizaje.

“Afortunadamente, la mayor parte del comportamiento humano se aprende mediante la observación a través de modelos de terceros. A partir de la observación de los demás, uno se forma una idea de cómo se realizan los nuevos comportamientos y, en ocasiones posteriores, esta información codificada sirve como guía para la acción a ejecutar”.

• Albert Bandura Como creador del concepto de la teoría del aprendizaje social, Bandura propone cinco pasos esenciales para que se produzca el aprendizaje: observación, atención, retención, reproducción y motivación. Echemos un vistazo a cómo funcionan.

1. Aprender a través de la observación

La clave de la teoría del aprendizaje social es que observamos ciertos comportamientos y luego, tras unos procesos mentales que veremos a continuación, los imitamos. Sin embargo, según Bandura, la observación en sí misma no siempre garantiza el comportamiento de aprendizaje. Además de observar, agregó otros cuatro procesos mediacionales.

2. Prestar atención

El alumno debe prestar atención. Si se distrae, probablemente afectará a la calidad de su aprendizaje. Centrarse en la tarea en cuestión se convierte en el primer paso para retener la información y llegar a adquirir el conocimiento. De esta forma, el comportamiento que estamos intentando imitar tiene que captar nuestra atención, para que ningún factor externo se convierta en distracción.

3. Retener

¿Cuánto recuerdas de lo que has observado para después reproducirlo? Esto es en lo que se basa la retención, en qué tan bien se recuerda ese comportamiento. Es importante tener una buena memoria del comportamiento sobre el elemento que podamos tener de referencia para tratar de imitarlo.

4. Reproducir

Todos los pasos anteriores nos llevan a este último, la reproducción del comportamiento / tarea que hemos observado. Después de haber observado, prestado atención y recordado el comportamiento / tarea, deberíamos poder realizarlo nosotros mismos. Sin embargo, seguir todos estos pasos no garantizará la correcta reproducción del comportamiento ya que otros factores pueden influir en el desempeño, como la limitación de nuestra capacidad física. Imagínese una mujer de 85 años que observa a un niño haciendo parkour; es posible que pueda observar y aprender teóricamente cómo se hace, pero debido a su estado físico, es posible que no pueda hacerlo por sí misma. Es decir, pueden existir limitaciones de caracter físico, psíquico, intelectual...

5. La importancia de la motivación

Por supuesto, la reproducción del comportamiento / tarea no sería posible sin la voluntad de hacerlo. La motivación podría considerarse uno de los principios más importantes de la teoría del aprendizaje social; todo el resto se basa en ella. Aquí, tanto la reafirmación como la invalidación juegan un papel fundamental. Si el observador no ve un resultado favorable del comportamiento al que está prestando atención, no estará motivado para imitarlo.

Ahora que hemos visto cómo funciona la teoría de Bandura, y para concluir, veamos cómo se puede aplicar al mundo real o, más concretamente, al mundo de la educación. No hay duda de que la teoría del aprendizaje social es muy beneficiosa para el campo educativo ya que los profesores pueden proporcionar a los estudiantes modelos positivos a seguir en un entorno motivacional. Otro concepto que surge de la teoría del aprendizaje social y que también se vuelve clave en el aprendizaje de los estudiantes es la autoeficacia. El concepto, que básicamente significa la creencia en las propias habilidades, es muy apreciado por Bandura, quien dice:

“Para tener éxito, las personas necesitan un sentido de autoeficacia, luchar juntos con resiliencia para enfrentar los inevitables obstáculos e inequidades de la vida”.

En definitiva, si motivamos a los estudiantes y les ayudamos a desarrollar su autoeficacia, afrontarán los retos de una manera más eficaz y se les animará a seguir creciendo. Y, aunque la confianza en uno mismo no siempre asegura el éxito, seguramente agrega más papeletas a la lotería.

Bandura, A. (1986). Fundamentos sociales del pensamiento y la acción: una teoría cognitiva social. Prentice-Hall, Inc.