El ámbito educativo se ha caracterizado por la falta de adaptación de métodos de aprendizaje online. De hecho, el año pasado solo el 1-3% del presupuesto educativo se destinó a tecnologías digitales. La educación en línea ha aumentado y seguirá aumentando en un futuro cercano. Sin embargo, la pandemia reciente solo ha hecho que este proceso se acelere: muchos estudiantes no asistían a clases presenciales para no infectarse con el virus y, como resultado, se mantenían al día con las lecciones desde casa, confiando únicamente en métodos de aprendizaje en línea. Esta demanda extremadamente alta de recursos educativos en línea probablemente haya acelerado la digitalización del sector de la educación entre cinco y diez años.

Ejemplo de esta tendencia extendida, nos encontramos con las universidades más elitistas del mundo como Princeton, Harvard, Yale y la Universidad de Massachusetts, las cuales ya han anunciado que ofrecerán lecciones en línea este otoño. La gran mayoría de universidades ha decidido hacer que una parte de sus clases sigan presenciales (alrededor del 60% de ellas, siempre y cuando sea posible y el riesgo sea bajo). Sin embargo, esto podría cambiar rápidamente; el virus se propaga muy rápidamente y, de repente, un país que tenía el virus bajo control podría colapsar fácilmente.

El gráfico anterior, realizado por la consultora CB&A, muestra cómo es la curva de adopción típica en los usuarios del método de aprendizaje en línea:

• Antes del COVID-19, solo unas pocas instituciones educativas estaban implementando métodos de aprendizaje en línea o combinados. Poco a poco, más escuelas, universidades y ministerios de educación comenzaron a implementarlas, pero a un ritmo muy lento. Solo los primeros en adoptarlo, los entusiastas y visionarios, estaban dispuestos a intentarlo.

• Cuando llegó la pandemia, todos tuvieron que cambiar de clases fuera de línea a clases en línea; de hecho, según la UNESCO, 191 países en el mundo (98% de la población estudiantil mundial) cambiaron a lecciones en línea. Algunos sitios populares utilizados fueron Google Classrooms, Zoom y Microsoft Teams. Esta vez, incluso los pragmáticos y conservadores decidieron migrar a métodos de aprendizaje online, ya que no podían ofrecer lecciones presenciales en sus campus.

• Cuando la pandemia desaparezca, lo previsible es que la mayoría de los estudiantes vuelvan a tomar las lecciones de forma presencial, aún así habrá un porcentaje importante que seguirá asistiendo a clases desde sus hogares por elección propia. Este test a marchas forzadas también será revelador para muchos entornos académicos, e incluso los escépticos estarán abiertos a implementarlos en sus procesos de enseñanza y aprendizaje.

Efectos inmediatos de la pandemia

Gran aumento en la cantidad de usuarios en aplicaciones educativas

Lugares habitualmente concurridos como escuelas, mercados y negocios considerados como no esenciales se vieron obligados a permanecer cerrados al público con el propósito de que el virus pudiera estar bajo control.

Por un lado, los estudiantes que tuvieron una infraestructura mínima a su alcance, pudieron continuar con su educación, sin tener que acudir a los centros de enseñanza. Otros muchos, sin embargo, no disponían de los recursos necesarios, ya fuera porque sus centros y docentes no contaban con las herramientas y capacitación adecuada, como por la falta de equipos informáticos necesarios. Algunos estudiantes, vieron esta transición a pasos agigantados como una posibilidad para explorar nuevos cursos y temáticas que se ofrecían online.

Cualquier tipo de recurso de aprendizaje en línea (por ejemplo, tutoría virtual, herramientas de videoconferencia, aplicaciones de idiomas e incluso software de aprendizaje en línea) vio aumentar su número de usuarios. De hecho, las empresas comenzaron a ofrecer cursos en línea gratuitos y, como era de esperar, el número de personas aumentó enormemente: a veces incluso por diez.

A medida que el virus se propagó por todo el mundo y casi todos los países se bloquearon, más y más organizaciones cambiaron a métodos de aprendizaje en línea. Debe destacarse el aprendizaje de idiomas; de hecho, un par de días después de que se hiciera cumplir el confinamiento obligatorio, la popular aplicación Duolingo vio aumentar notoriamente su tráfico. China fue el primero en duplicar el número de usuarios. Más tarde, le siguió Corea del Sur (uno de los países que siguió el confinamiento integral de China).

Italia y España fueron los primeros países europeos en sufrir la pandemia y, en consecuencia, los primeros en aplicar la cuarentena. En cuanto a Italia, el tráfico aumentó en un 100%. En España, se incrementó un 135%. En Estados Unidos, el número de usuarios aumentó en un 90%. A su vez, Coursera también vio cómo aumentaba el número de usuarios en cinco veces más, siendo los cursos de desarrollo personal los que registraron el mayor aumento.

Por otro lado, muchos estudiantes tuvieron que mantenerse al día con sus cursos y, como resultado, las instituciones educativas y el personal docente probaron servicios de videotelefonía y chat en línea como Zoom y Google Classroom. La empresa Zoom experimentó un notorio aumento global cuando los países comenzaron a bloquearse o ponerse en cuarentena. Los usuarios generalmente podían tener una teleconferencia en línea gratuita durante 40 minutos, pero debido al coronavirus, decidieron hacerlo gratis para estudiantes universitarios. En el caso de Google Classroom, en marzo de 2020 había duplicado sus usuarios; hasta 100 millones de usuarios.

El aprendizaje online o eLearning en el futuro

Esta pandemia nos ha demostrado lo útiles y necesarias que son realmente las herramientas software de aprendizaje en línea o eLearning; cuando el mundo se detuvo, estaban allí para ayudar a la gente. Como resultado, ha beneficiado enormemente a las empresas de aprendizaje en línea, ya que sus productos se convirtieron en necesidades, era más fácil publicitarlos y la gente mostró una mayor disposición a implementarlos en sus centros educativos. Esta repentina e inesperada necesidad de aprendizaje en línea acelerará enormemente el desarrollo de la industria, pero también la capacitación de los docentes en el manejo de las TIC y tecnologías de la educación en particular.

Cuanto mayor sea el número de educadores o docentes que están capacitados y preparados para el uso de tecnologías de la educación, lo previsible es que los estudiantes se sentirán más cómodos usándolos y por ende su satisfacción aumentará. Este hecho podría contribuir a que la popularidad de los cursos en línea aumente de forma importante. Las herramientas EdTech realmente podrían cambiar la educación tal como la conocemos ahora.

La crisis no solo ha demostrado que el aprendizaje en línea puede ser útil en una situación en la que las personas no pueden asistir a clase, sino que también se puede complementar con la educación presencial. Muchos proveedores de software EdTech han ofrecido sus servicios de forma gratuita, con el objetivo de que los centros de enseñanza y los estudiantes puedan experimentar y conocer las posibilidades de las herramientas. Más adelante, cuando los estudiantes vuelvan a la escuela o la universidad, probablemente seguirán adquiriendo conocimientos a través de estas aplicaciones, ya que han visto que son una forma eficaz de aprender.

En conclusión, todo el sector educativo estará de acuerdo en que el cambio a una digitalización en la educación era inevitable y que el crecimiento del apredizaje en línea o eLearning se iba a consolidar de manera indiscutible. La pandemia ha sido el catalizador que ha acelerado definitivamente este cambio de paradigma en los sistemas educativos de todo el mundo.